Cáncer de ojos: ¿por qué la luz azul puede dañar tu vista?

Un hombre de 40 años tenía un mal hábito: miraba su móvil en la oscuridad por lo menos 30 minutos cada noche. Después de un tiempo, consultó a un oftalmólogo porque tenía problemas con la visión. Uno de sus ojos estaba irritado y tenía el cuerpo vítreo severamente dañado. En las revisiones posteriores, le diagnosticaron cáncer de ojo. Aunque poco frecuente, este tipo de cáncer presenta síntomas como luces centelleantes, visión borrosa o manchas negras en el campo de visión.
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Los efectos de los rayos UVA y UVB en el organismo
Los tumores en el ojo pueden ser causados por altos niveles de exposición a los rayos UV. No obstante, no solo la luz ultravioleta puede dañar tu ojo: demasiada luz azul también se vuelve peligrosa cuando penetra todo el conducto hasta la retina. Si el ojo se expone en exceso a la luz ultravioleta, puede resultar seriamente lesionado, dando lugar a conjuntivitis, cataratas o daño permanente en la retina. Asimismo, se incrementa el riesgo de padecer cáncer.
Las luces LED así como las bombillas de bajo consumo y las luces de xenón están reemplazando rápidamente a las bombillas tradicionales. Nunca antes habías estado tan expuesto a la luz azul. 'Smartphones', ordenadores, televisores y muchas otras pantallas también emiten dicha luz, la cual tiene una longitud de onda más corta que la luz ultravioleta, por lo tanto es especialmente dañina para los ojos.

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Todo esto quiere decir que la irradiación de luz azul que reciben tus ojos cuando estás fuera durante una hora con cielo nublado es 30 veces más alta que cuando estás mirando una pantalla por una hora en un espacio cerrado. Aunque no está claro el efecto negativo que tienen las pantallas sobre tus ojos, sí está comprobado que las personas parpadean menos cuando se encuentran frente a una pantalla, lo que causa irritación y resequedad en los ojos. También es importante mirar lo más lejos que puedas de vez en cuando para que tus ojos puedan relajarse. Esto también reduce el riesgo de miopía.
Pese a los posibles riesgos para la salud, resulta igual de peligroso evitar la luz ultravioleta y la luz azul. Esto de se debe a que este tipo de luz es necesaria para estimular producción de serotonina en el cerebro, lo que te hace sentir más feliz y tranquilo. La luz también regula tu equilibrio hormonal y tu patrón de sueño. La necesitas para sentirte alerta, lleno de energía y productivo. Además, la luz azul juega un papel fundamental a la hora de enfrentar una depresión o trastornos de sueño.
¿Cómo proteger tus ojos contra las lesiones?

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Para proteger tus ojos, deberías elegir unas gafas que tengan lentes y recubrimientos con un filtro de luz azul. También las puedes llevar usar en interiores. Otra opción es usar fuentes de luz blanca cálida (temperatura de color sobre 3.000 K). Estas medidas son particularmente beneficiosas para las personas expuestas a la luz azul durante un largo período de tiempo, especialmente durante las horas de trabajo. Si estás afuera en condiciones soleadas, debes proteger siempre tus ojos usando las gafas de sol. Al comprar gafas de sol, es importante buscar la marca FCC. Así es como puedes estar seguro de que las gafas cubre a tus ojos con suficiente protección.
Como puedes ver, ni la luz ultravioleta ni la azul son peligrosas por sí mismas, todo depende del tiempo que estés expuesto a ellas. Si tomas en cuenta lo que te hemos dicho, no tienes por qué preocuparte por la luz que reciben tus ojos. Si notas algunos síntomas poco comunes, consulta a un médico de inmediato. ¡Después de todo, nuestros ojos son, quizás, nuestro órgano sensorial más importante!